El verdadero volcán nicaragüense
Volcán de Masaya |
Mucha, gente tiene que hacer grandes desplazamientos a pié desde la parada hasta sus hogares. Por eso en todos los arcenes hay gente que camina y camina hacia todas direcciones sin prisa, bajo la lluvia o bajo un sol aplastante. Otros tantos están, sin más, sentados esperando bajo un árbol, en una acera, a la sombra de unas palmeras sin quedar muy claro el motivo de esa espera. En cada semáforo puedes ver niños y no tan niños vendiendo de todo a cualquier hora del día. Hablando con voluntarios de ONG's que van a construir casas para sustituir esas chabolas les llama la atención la absoluta falta de iniciativa, colaboración y trabajo por parte de los futuros inquilinos.
He impartido un curso de capacitación para profesores de varios colegios, dando alguna sesión a los padres y a diferentes equipos directivos.
Niño en la plaza de la ciudad de Granada |
Se trata únicamente de creérselo, ser conscientes de su gran responsabilidad y, como están haciendo, trabajar día a día para conseguirlo.
Miguel, buena descripcion y comparación. Lo más importante es que ellos arremanguen la camisa. Esperar encontrarse todo hecho sin esfuerzo no les devuelve la dignidad que tienen y de la cual tienen que hacer uso.
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